La contaminación y el calentamiento global amenazan con convertir en una cloaca al Titicaca, el lago navegable más alto del mundo. Científicos advierten que este cuerpo de agua ubicado a unos 3.810 metros de altitud que comparten Bolivia y Perú se ha llenado de desechos domésticos e industriales, lo que ha propiciando la aparición de peligrosas microalgas. Además, los vecinos de la bahía de Coahana, la zona más contaminada del lado boliviano, describen que el lago presenta habitualmente una enorme mancha oscura y un olor a huevo podrido. El Titicaca está a a 144 kilómetros de ciudad de La Paz, la capital administrativa de Bolivia.
Los torrentes urbanos se unen en la zona rural al río Pallina que arrastra los desechos hasta desembocar en la bahía de Cohana, donde está el lago. Este antiguo pescador de 53 años que ahora se dedica al turismo y la ganadería mira con preocupación que las marcas de agua en las maderas del muelle han bajado por la falta de lluvia y que los peces prácticamente han desaparecido, al igual que las algas que sacaba del lago para alimentar a sus animales. En el lado peruano, la bahía de Puno, una localidad de 130.000 habitantes, está totalmente contaminada por la descarga de aguas servidas, mientras que el río Coati arrastra hasta el lago la basura que genera la ciudad de Juliaca, de 600.00 habitantes. El Titicaca tiene un área de 8.562 kilómetros cuadrados y es considerado el mayor lago de agua dulce de Sudamérica.
Microalgas peligrosas
Las observaciones de la estación apoyadas por imágenes satelitales evidenciaron en 2021 el aumento del fenómeno denominado eutrofización, que es el enriquecimiento de nutrientes como el nitrógeno y fósforo que propician la floración de microalgas. En 2022, la boya registró en el norte del lago una superficie de color verde una característica de la presencia de estas microalgas. El experto teme que en la actualidad ocurra un episodio peor al registrado en abril del 2015 cuando se documentó la primera floración de fitoplancton en el lago debido una lluvia inusualmente larga que llevó a un exceso de nutrientes, materia orgánica y contaminantes en el agua favoreciendo el crecimiento incontrolado de microalgas que redujeron el nivel de luz y oxígeno en el fondo del lago causando la muerte masiva de peces, ranas y aves acuáticas.
Sequía
Lazzaro sostiene que el lago, que es del tipo endorreico enfrenta una década de sequía por el calentamiento global “y con la llegada del fenómeno de El Niño será peor aún”. En los últimos seis años, el nivel del agua del Titicaca empezó a bajar y ya no se recuperó. El promedio debería ser 3.810 metros sobre el nivel del mar, pero debido a la alta exposición a la radiación solar y lo elevado de la evaporación, ha bajado hasta un 2,1% por debajo del nivel promedio, “lo que es preocupante”, dice el presidente de la ALT. ” Si seguimos a este ritmo, en 2024 podríamos llegar a la peor sequía y al nivel más bajo del Titicaca registrado en el año 1943 a 3.806 metros sobre el nivel del mar”, explicó Ocola.
En 2022, la ALT realizó una campaña para lanzar a las aguas del Titicaca cuatro millones de alevines de peces endémicos para repoblar la zona y este año se espera alcanzar los seis millones. El ministerio de Medio Ambiente anunció el envío de una brigada de especialistas al Titicaca para investigar y determinar las causas del descenso del nivel de sus aguas.